Técnicas de estudio: factores internos (1)

En un artículo anterior trataba los aspectos externos al estudio pero que ejercían un papel muy importante en el desarrollo de este. No obstante, los aspectos más relevantes en cuanto al estudio son aquellos que dependen exclusivamente del alumno y a los que llamaremos factores internos, estos factores los podríamos dividir en dos grupos, que serian los siguientes:

  • El estado afectivo
  • El/los métodos de estudio

En relación al estado afectivo debemos contemplar diferentes aspectos o variables, todas ellas de índole muy relevante:

  • La motivación
  • El control emocional
  • La actitud

LA MOTIVACIÓN

En primer lugar, debemos considerar la motivación como posiblemente el aspecto más importante de cara al estudio. En estas tareas como en cualquier tipo de actividad podemos hablar de 2 tipos de motivación, la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.

La motivación extrínseca responde a las consecuencias positivas o negativas que puede acarrear nuestra conducta, moviéndonos a actuar, o al contrario a inhibir nuestras acciones o conductas. En el caso del estudio la principal motivación externa proviene de la consideración que l@s p/madres por este, y los premios y recompensas que puedan recibir (las cuales es preferible que no sean de carácter material), así como la voluntad de agradar y cumplir las expectativas familiares y también en relación al profesorado. Siempre resulta más motivador un/a profesor/a bien considerado que un/a que no lo esté.

No obstante, la motivación intrínseca es la más importante, es el motor que mueve a un@ mism@ sin necesidad de un apoyo externo, es decir, podríamos hablar de la motivación que tenemos para llegar a unas metas que nosotros mismos nos aplicamos, ya sea por conseguir las mejores notas o por aprender aquellos contenidos que nos resultan interesantes (este último punto no suele surgir hasta bien avanzada la educación secundaria o a veces en la terciaria). En definitiva la motivación responde a retos, retos que nos marcamos nosotros mismos o que nos marcan desde fuera.

En la motivación es donde, a mi parecer, reside o debería residir el principal papel de l@s p/madres, apoyando a sus hij@s y proponiendo retos que estén a su alcance, y sobre todo ayudando a reaccionar ante las dificultades. Sin embargo, no debemos olvidar el papel fundamental del docente como motivador del alumnado, proponiendo un aprendizaje dinámico y significativo.

EL CONTROL EMOCIONAL

El control emocional, este está muy relacionado con la tendencia a presentar ansiedad ante las tareas de estudio, es frecuente que alumnos con problemas de ansiedad presenten un bajo rendimiento académico, el cual posiblemente no esté relacionado con una baja capacidad de estudio o problemas de aprendizaje, sino que la anticipación del fracaso y el “nerviosismo” dificultan en gran medida el correcto desarrollo de habilidades tan importantes como la concentración o la recuperación de información retenida. De este modo, frecuentemente nos encontramos con casos en los que l@s p/madres dicen: “ no lo entiendo, ayer estuvo toda la tarde estudiando, le pregunté y se lo sabía, pero después ha suspendido el examen”, ante lo que el/la chic@ responde “Me quedé en blanco”. Estas situaciones suelen ser fruto de la tensión vivida por el/la alumn@ en relación a las tareas de evaluación, aspecto que puede estar claramente relacionado con su autoconcepto cognitivo.

En cambio aquell@s alumn@s que presentan un correcto control emocional, pueden incluso obtener mayores resultados en una tarea de evaluación, ya que su relajación les permite reflexionar y plantearse las cuestiones de forma más serena, con lo que su resultados, seguramente, serán más positivos.

LA ACTITUD

Podemos hablar de actitud como la predisposición que tenemos ante la realización de cualquier tarea, de este modo la actitud condicionará en gran medida la calidad de nuestra respuesta. Así pues, en consonancia con nuestra predisposición, ya sea positiva o negativa, actuaremos de una forma u otra, facilitando nuestro rendimiento positivo o por lo contrario entorpeciéndolo. Por ejemplo, este tema muy claro con l@s alumn@s con un elevado fracaso escolar que han ido fracasando durante muchos años, est@s alumn@s, lógicamente presentan una actitud negativa hacia la escuela y el estudio, lo cual no significa que no puedan mejorar su rendimiento si se ponen las herramientas necesarias a su alcance.

En la actitud juegan variables diversas como el profesorado, la materia en sí o la metodología de enseñanza, así como el “historial académico” o experiencia escolar del alumn@.

En un próximo artículo intentaré hablar de los métodos de estudio en sí.

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