Las habilidades cognitivas y se influencia en el aprendizaje(I): Habilidades visuales

A menudo en la detección de dificultades de aprendizaje resulta clave la exploración de las habilidades visuales, puesto que su incidencia en el desarrollo de aprendizajes tan importantes como la lectura resultan fundamentales.
En este campo el trabajo de los optometristas ha facilitado tanto su diagnóstico como su tratamiento, resultando una pieza clave en muchos procesos de estimulación psicopedagogica. Nosotros hemos realizado diferentes cursos de optometria en Visió3, especialistas de Barcelona en el estudio y tratamiento de las habilidades visuales, que nos permiten tener recursos para la detección de este tipo de problemas y el abordaje de los más sencillos, ya que en los casos más complejos es necesaria la derivación a los profesionales de esta especialidad.
En nuestra valoración tenemos en cuenta los siguientes aspectos:

  • Movimientos sacádicos: estos son los saltos que realiza el ojo durante la lectura para pasar de una fijación a otra, se trata de movimientos tanto horizontales como verticales (en el salto de linea). Para su valoración resulta de mucha utilidad el test DEM, un test sencillo y práctico, que rápidamente nos señala la presencia de dificultades en estos movimientos.
  • Fijaciones: las fijaciones son la cantidad de palabras que podemos leer entre cada movimiento sacádico, de este modo a menor número de fijaciones mayor velocidad en la lectura. Las fijaciones se encuentran muy relacionadas con la amplitud de campo visual, es decir, que cantidad de información puedo percibir con una sola “parada” ocular.
  • La acomodación: la acomodación es la capacidad del ojo para cambiar el “zoom”, es decir su flexibilidad para percibir información a diferentes distancias, un ejemplo claro de su uso en la escuela es en el copiar de la pizarra, tarea en la cual el ojo debe ir cambiando constantemente este zoom, de lejos a cerca. Las dificultades en esta habilidad acostumbran a suponer lentitud en el trabajo escolar, cansancio ocular o dolores de cabeza. Es importante tener en cuenta que la flexibilidad acomodativa está relacionada también con el bienestar emocional, a mayor rigidez general mayor rigidez acomodativa.
  • La convergencia ocular: se trata del punto de unión de la información procedente de ambos ojos, es decir el punto en el que dejamos de ver de forma duosensorial (dos imagenes) a ver tan solo una procedente de ambos ojos, lo recomendable es que este punto de fusión se encuentre a una distancia de entre 7 y 5 centímetros. En caso contrario lo más probable es que nos encontremos con malas posturas en el trabajo intelectual, cansancio ocular o bajo rendimiento en las tareas de lectoescritura, puesto que en muchas ocasiones se tiende a eliminar un ojo en los procesos perceptivos, con lo que se resta eficacia al sistema visual.
  • La binocularidad: es la capacidad para integrar convenientemente la información procedente de ambos ojos, es decir, percibir una sola imagen a partir de la visión binocular (ver imagen anterior). Es importante tener en cuenta que la información recibida por cada ojo es procesada por un hemisferio cerebral distinto, de modo que la información recibida por el ojo derecho es procesada por el hemisferio izquierdo y viceversa. Ante esta situación el cuerpo calloso y la corteza de asociación visual juntan la información de forma que percibamos una sola imagen. Las dificultades en la integración binocular de la información pueden suponer problemas de comprensión lectora, lentitud en la lectura y cansancio ocular, sobretodo conviene tener en cuenta que restan eficacia a los procesos visuales. A parte de las dificultades en relación al aprendizaje también suelen conllevar que puedan ser torpes motrizmente ya que no perciben adequadamente las 3 dimensiones.

Estas constituyen algunas de las habilidades visuales más relevantes de cara al aprendizaje, razón por la cual es importante su evaluación en los procesos de diagnóstico psicopedagógico al tener una clara vinculación con el aprendizaje. Algunos signos de alerta que nos pueden hacer pensar que nuestro hij@ tiene problemas visuales son: dolores de cabeza frecuentes en la parte frontal, lentitud en la lectura o en las tareas de copia, parpadeo frecuente, malas posturas o fatiga en el trabajo escolar, cerrar o tapar un ojo en la lectura, saltarse lineas o perderse en la lectura. Lógicamente la presencia de algún signo de alerta no implica la presencia necesaria de dificultades visuales, aunque es bueno realizar una valoración para descartar su incidencia negativa en el aprendizaje, al mismo tiempo que se trata de habilidades que, en términos generales, pueden ser corregidas a partir de actividades visuales.

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