La escritura, aspectos básicos

La escritura es tal vez el aprendizaje más complejo que debemos realizar al largo de nuestra vida, es un aprendizaje en el que nuestra evolución resulta continua y requiere de una gran cantidad de elementos o habilidades que facilitaran nuestro desarrollo en este o bien nos dificultaran nuestra capacidad de expresión escrita. Es estos términos debemos tener en cuenta siempre los siguientes procesos y habilidades:
  • La habilidad gráfica
    • Direccionalidad y trazo
  • La capacidad de representación mental
  • La capacidad de orientación temporal
  • La capacidad de planificación
  • El conocimiento lingüístico
    • Morfosintáctico
    • Léxico
    • Ortográfico
    • Registros textuales
Así pues la escritura se trata de un proceso muy complejo, seguramente más complejo que la escritura. Sin embargo, debemos tener en cuenta que seguramente resulta el proceso que es menos trabajado en la escuela, solo hace falta tener presentes la cantidad de horas dedicadas a la lectura o a las matemáticas en contra de la dedicada a la escritura, el desfase es claramente importante. Además también debemos tener en presente el hecho que en la escuela prácticamente solo se trabajan tres de los aspectos antes mencionados, resultando estos la habilidad gráfica, la ortografía y la morfosintaxis, mientras que el resto de los procesos y conocimientos suelen ser poco trabajados.
En el presente artículo y los venideros procuraré tratar los diferentes elementos que juegan un papel relevante en el desarrollo de la escritura y deben ser sujetos a enseñanza para que la capacidad de expresión escrita se desarrolle convenientemente. En primer lugar hablaré de las habilidades gráficas.

Las habilidades gráficas en la escritura
La capacidad del niñ@ para empezar a escribir dependerá por una parte de su capacidad de representación mental y por otra parte del correcto desarrollo de su coordinación visomotora (podeís encontrar algunas actividades para trabajar esta habilidad en en el artículo Algunas actividades para potenciar la coordinación visomotora). La imagen de representación mental es aquella capacidad que adquirimos cuando somos capaces de imaginarnos una cosa que no está frente a nosotr@s, aspecto muy importante para el desarrollo del lenguaje y de la lectoescritura, ya que es la capacidad que nos permite dotar de significado a una cosa que realmente no tiene como resulta el código escrito, el desarrollo de la cual nos permite empezar a dibujar el mundo, primero con garabatos irreconocibles para más tarde representar personas y demás, siendo este nuestro primer lenguaje escrito y conceptual.
Por otra parte, este periodo pregráfico también resulta clave en el desarrollo posterior del grafismo, no tan solo por la dotación de significados no presentes, sino también por el desarrollo de habilidades manuales finas, las cuales resultan de una asombrosa complejidad. El desarrollo de la coordinación visomotora se encuentra determinado por diferentes aspectos entre los que cabe señalar como principales:

Para ver más sobre estos temas podeís entrar en los artículos enlazados, en cuanto a las habilidades visuales cobran especial relevancia el desarrollo de la binocularidad, la visomotricidad, la convergéncia ocular y la capacidad acomodativa, habilidades que naturalmente se deben ir configurando correctamente sobretodo durante la etapa de suelo (gateo y arrastre), aunque más tarde irán progresando hasta conseguir una madurez visual suficiente que permita que el sistema adquiera correctamente las habilidades gráficas.
Una vez las actividades de preescritura se van superando se puede empezar a trabajar la escritura, en la cual tendremos que tener presentes ante todo aspectos fundamentales, el trazo y la direccionalidad. La direccionalidad son los movimientos que realizamos en la escritura y deben seguir siempre un orden de izquierda a derecha en nuestra escritura, aunque en algunas ocasiones para realizar letras complejas como la f debemos realizar giros inversos, pero siempre el punto de partida es el mismo, la izquierda, aquí reside gran parte de la importancia de la orientación espacial y por tanto del esquema corporal en el desarrollo de la lectura y la escritura. Ya que además de seguir está direccionalidad concreta precisamos de orientarnos convenientemente en el espacio del papel.
En cuanto al trazo este dependerá más del desarrollo real de la coordinación visomotora, que será la que nos permitirá conseguir un tamaño adecuado, una regularidad en la letra, una continuidad en los ejes horizontales y verticales, …
En cuanto se alteran la direccionalidad o el trazo, sea por el motivo que sea, es cuando nos podemos encontrar con la aparición de una disgrafía, la cual puede ser debida a diferentes elementos, ya sea del tipo habilidad funcional o bien a un mal aprendizaje de los aspectos previos a la escritura.

En un próximo artículo miraré de escribir sobre la orientación temporal y la capacidad de planificación en la escritura.

Leave a reply