Dislexia: concepto y abordaje

La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de base neurobiológica, una dificultad para adquirir la lectura que presentan tdah_sabadellalgunos niños con inteligencia, motivación y escolarización normalizada. El niño disléxico presenta una lectura poco automatizada con errores, como rotaciones, inversiones …, de impresión costosa, enlentida y, a menudo, con una comprensión bastante preservada. Por lo tanto, hablamos de dislexia cuando aparecen errores de decodificación, ya sean errores o por una baja fluidez. (2015).

La dislexia es la primera causa de fracaso escolar, entre el 5- 17% son disléxicos y afecta por igual a ambos sexos.

La causa de la dislexia aún no se conoce con certeza. Lo que sí se puede afirmar es que hay una carga hereditaria importante (siempre uno de los padres comenta “a mí de pequeño me pasaba igual, …) y que hay un déficit fonológico. Esta deficiencia en la fonología (habilidad para manipular los sonidos de nuestra lengua, es decir, saber que la palabra manzana está formada por los sonidos / p / / o / / m / / a /), es la que nos puede predecir si el alumno tendrá una buena adquisición de la lectura, incluso más que la inteligencia.

Este trastorno del aprendizaje perdurará a lo largo de toda la vida de la persona que lo sufre, a pesar de que la intervención mejorará su rendimiento en las tareas de lectura y escritura, básicas para el rendimiento escolar. Aunque sus características variarán según las diferentes etapas. Si en un inicio de la edad escolar, hay muchas dificultades para aprender las letras, la asociación grafema-fonema; en etapas posteriores, se caracteriza por una lectura con baja velocidad, baja fluencia y poco precisa junto con dificultades para aprender las normas ortográficas. Y, en las etapas escolares más avanzadas, la lectura va siendo más fluida, pero se ponen de relevancia, las dificultades en la expresión escrita con un vocabulario pobre, dificultades de sintaxis, falta de signos de puntuación y un elevado número de ortografía .

A menudo y no de forma extraña, la dislexia va acompañada de otras dificultades:

Puede ser comórbida con el TDAH o dificultades atencionales asociadas.

Dificultades de lenguaje oral.

Baja velocidad de procesamiento.

Dificultad en aprender secuencias verbales automáticas (días de la semana, meses del año, abecedario, tablas de multiplicar).

Dificultad en el cálculo

Grafismo

Problemas emocionales

 

Es importantísimo y necesario un diagnóstico precoz para poder comenzar el trabajo de reeducación. El pronóstico dependerá de cuanto antes se comience la reeducación y de las habilidades afectadas.

Primeramente, se deberá explicar al niño las características de su dificultad, tanto en la dislexia como en cualquier Trastorno del Aprendizaje. Ayudaremos al niño a entender que le pasa y que estamos para ayudarle.

Seguidamente, el tratamiento deberá basarse en:

Reeducación: ayuda para mejorar la lectoescritura y desarrollar estrategias compensatorias.

Adaptaciones escolares (ver también PRODISCAT)

La reeducación en la primera fase se centra en ayudar al alumno a descifrar el código escrito:

  • Trabajo específico de conciencia fonológica y asociación grafema-fonema.
  • Entrenamiento para mejorar la velocidad y fluidez lectora.
  • Trabajo específico de la velocidad de procesamiento

En la segunda fase, este trabajo estará centrado en la expresión escrita, aumento del léxico, ortografía y las técnicas de estudio.

Actualmente, hay otros métodos para trabajar las dificultades lectoras – que pueden apoyar el trabajo de reeducación más tradicional-, ya sean de decodificación (Dislexia) o de comprensión. Estos son el Método Glifing o Binding, que consisten en el trabajo diario y sistemático.

No podemos dejar de lado, las adaptaciones a nivel escolar para el niño disléxico o que esté diagnosticado de otro Trastorno del aprendizaje. Normalmente, para los niños con dislexia la escuela les puede ayudar:

Darle más tiempo en realizar los exámenes.

No contar las faltas de ortografía o pactarlas según la edad.

Dejarle tener delante las tablas de multiplicar o la calculadora.

En las redacciones, valorar lo que explican más que como lo dice.

No hacerles leer en voz alta, si el niño no quiere.

Valorar a nivel oral del inglés.

Para más adaptaciones y orientaciones escolares hacia la dislexia, le recomendamos la lectura del PRODISCAT, protocolo de detección y atención educativa a los alumnos con dislexia de Cataluña.

 

Para cualquier duda póngase en contacto con nosotros.

 

 

 

Artículo realizado por Pilar Martínez de Sola.

Logopeda del equipo de profesionales del Centro Giner,

especializada en dislexia.

Num col. 08-2078

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